Después de las vacaciones de verano podemos ver en la consulta muchos tipos diferentes de manchas. Por un lado pueden aparecer manchas nuevas debidas a la exposición solar excesiva llamados léntigos actínicos, que se visualizan como manchas bien delimitadas marrones. Pueden aparecer manchas de tipo hormonal tipo melasma que posiblemente antes de la exposición solar no se veían o pueden empeorar los melasmas ya existentes. Este tipo de manchas o melasma suelen aparecer como manchas más difusas en labio superior, frente o mejillas, aunque también pueden aparecer en otras localizaciones. La aparición de este tipo de manchas y también las debidas a una exposición solar excesiva de forma acumulativa son la señal de nuestro cuerpo de que se ha sobrepasado la capacidad antioxidante de nuestro organismo. La melanina es una antioxidante y actúa como un mecanismo de defensa, pero cuando se sobrepasa esta capacidad por parte del hígado de eliminar los radicales libres producidos por la radiación ultravioleta u otros estresores como el tabaco, radiación electromagnética etc a través de la producción de antioxidantes neutralizadores se producirán manchas. Por ello es útil en el tratamiento de las manchas a parte del tratamiento local de las mismas ya sea con láser u otros mecanismos asociar un programa de detoxificación.
Por otro lado existen manchas relacionadas con el fotoenvejecimiento de la piel y que tienen una superficie más rugosa. Son las llamadas queratosis actínicas que deberán tratarse dado que pueden evolucionar hacia el cáncer cutáneo (carcinomas escamosos). No debemos olvidar el cáncer cutáneo más peligroso de la piel, el melanoma maligno que puede aparecer como una lesión pigmentada nueva o como un lentigo que ha cambiado: ya sea en su simetría (asimetría),bordes, color, diámetro y evolución. Esta es la regla ABCDE del MM. Por otro lado, pueden aparecer manchas oscuras rugosas benignas denominadas queratosis seborreicas. Otro tipo de manchas que pueden aparecer después de la exposición solar se deben a la aplicación de ciertas cremas, contacto con plantas o perfumes. Son las dermatitis de contacto. Ciertas infecciones fúngicas superficiales de la piel pueden aparecer como manchas rosadas, blancas o también marronosas en la piel sobretodo de la espalda y del escote. Son las pitiriasis versicolor.
No debemos olvidar que el mismo estrés a través de la liberación, a la vez de cortisol, de la MSH, melanin stimulating hormone, favorece la formación de manchas. Ciertas enfermedades internas cursan con manchas en la piel como por ejemplo la enfermedad de Addison o insuficiencia suprarrenal. Intoxicaciones por medicamentos como la amiodarona o las tetraciclinas también pueden provocar manchas en la piel.
El tratamiento va a depender del tipo de mancha. Lo más frecuente es que coexistan varios tipos de mancha con lo que el tratamiento deberá ser combinado. Por ejemplo en el caso de los léntigos solares se puede realizar tratamiento con un tipo de láseres específicos que van a destruir el pigmento o en otros casos en que coincidan otras lesiones vasculares u otros signos de envejecimiento cutáneo se puede optar por el tratamiento con luz intensa pulsada. En los casos de melasma no deben utilizarse los tratamientos con laser ni IPL que son demasiado agresivos y pueden causar un aumento de la mancha y deberán utilizarse peelings químicos despigmentantes junto con fotobiomodulación para regular el funcionamiento de los melanocitos. En el caso de las queratosis actínicas, muchas veces asociadas a los lentigos actínicos o manchas solares deberá eliminarse la lesión y además hacer un tratamiento de toda la cara o cuero cabelludo para eliminar las lesiones asintomáticas que aún no se ven pero en un futuro más o menos cercano pueden aparecer. Para ello lo más útil es utilizar una terapia secuencial que combina diferentes tratamientos tópicos y la terapia fotodinámica en la que se van a destruir las células atípicas.
El número de sesiones de tratamiento va a depender del tipo de mancha. Así muchos léntigos solares pueden desaparecer después de una única sesión láser, mientras que el melasma al ser una patología crónica va a precisar muchas más sesiones de peelings y fotobiomodulación además de protección solar constante.
La prevención es muy importante para evitar la aparición de manchas y el envejecimiento de la piel en general. De hecho la aparición de manchas en la piel es la punta del iceberg que se hace visible en la piel pero ya existe un daño cutáneo invisible que se ha ido acumulando a lo largo de los años. En la prevención lo más importante es la protección solar desde la infancia ya que se ha correlacionado la aparición de cáncer cutáneo con las quemaduras solares sufridas en la infancia. El sol debe tomarse de forma progresiva, evitando la exposición solar entre las 11 y las 5 de la tarde en verano. Según el fototipo cutáneo, es decir capacidad de la piel de reaccionar frente a la luz solar, va ser necesaria una protección solar mayor o menor. Segundo,es importante utilizar las cremas hidratantes adecuadas para cada tipo de piel y realizar una limpieza correcta diaria. Tercero, una alimentación adecuada rica en antioxidantes también es beneficioso para evitar el envejecimiento de la piel. En ciertos casos de pieles muy sensibles puede ser conveniente añadir suplementos alimenticios con betacarotenos, licopeno,vitamina c,e, astaxantinas, silicio, polipodium leucotomus, y bioflavonoides entre otros.
Para prevenir la aparición de manchas, la terapia con fotobiomodulación es útil dado que va a ayudar a bloquear los efectos nocivos de la radiación ultravioleta sobre la piel. Entre 8 y 10 sesiones de fotobiomodulación van a conferir a la piel un equivalente de un filtro solar del 15. Esta terapia es indolora. Su mecanismo celular es directamente sobre el nucleo y la mitocondria celulares regulando las funciones y la energía celular. Así podemos decir que es un verdadero tratamiento antiaging que además puede combinarse con todas las demás técnicas existentes para combatir el envejecimiento cutáneo.
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